jueves, 17 de mayo de 2007

Una obra perpetua (segunda parte)


El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad. (Víctor Hugo)


Veo el despuntar del astro Rey y me digo... cuando será la hora de descansar finalmente. Salgo a los patios de los Arcanos y veo como se alzan las columnas de sus edículos junto a una alameda central que comienza a bañarse y pulirse con los rayos del sol. Voy por el camino hecho de adoquines los cuales alguna vez cubrieron el camino a las Galias desde Roma y finalmente, poso mi mirada sobre el quinto edículo, entro, y veo en su magnificencia al Hierofante, santo protector y escribano de los arcanos texto y gran patriarca de los dogmas de viejas eras.
Me siento en su pedestal y prendo mi pipa, o que tranquilidad le decía a la estatua del hierofante, como me gustaría mantener esto por el resto de eternidad que me queda... reí... y siento una luz café descender del edículo y que se posa sobre los mantos de las pierna del hierofante y para mi poca sorpresa veo a mi viejo amigo el Grimorio... bueno el día es largo será mejor que me ponga a relatar lo que me queda de eternidad.


Año 1623 de muestro Señor. Mes Primero

Ya al saber que los hijos de Madame Sofie se encuentran en Delf nos hemos ido a la semana siguiente después de haberlos visto con el rito de mishraim que había hecho para encontrarlos. Ahora nos encontramos en lo alto de los Alpes Helvéticos y nos hemos quedado en un castillo que usaba para esconderme cuando los Inquisidores que me buscaban, por las épocas del 1500. Acá nadie nos molestara por unos días.

Ya han pasado cuatro días y nos disponemos a seguir nuestro camino, madame Sofie esta preocupadísima por que lleguemos antes que sus hijos vuelvan a cambiarse de ciudad pero yo le digo que es complicado el viaje por que la zona esta en guerra y solo podemos viajar de noche por que sino ella podría convertirse en cenizas.


Año 1623 de nuestro Señor. Mes tercero


Finalmente llegamos a Francia y ahí nos espera un carruaje sellado para que la luz no afecte a mi acompañante. Preferimos en este caso mejor ir con clase, además del carruaje contrate una guardia de quince mercenarios Suizos para que nos lleven directamente a Flandes (Holanda y Bélgica). Por desgracia solo pudimos estar una semana en la ciudad Luz ya que por lo apurados que estábamos preferí hacer corto el viaje por Francia aunque madame Sofie le relució su parte Toreador ya que casi no la logro sacar del palacio de las Tullerais cuando fuimos a visitar a un viejo amigo mió; el Rey Luís XIV mas conocido por la historia como el Rey Sol. El me estaba pidiendo su ayuda para terminar un problema que sucedía en las tierras de Flandes ya que Felipe IV (rey de España) los había invadido por el franco concordado y ya para él esta guerra que llevaba treinta años era muy desgastante para los dos. Le dije que después que solucionara un problema que tenia en Delf iba a ir como diplomático tripartita.


Año de 1623 de nuestro Señor. Mes decimoprimero.


Finalmente llegamos a Delf después de pasar una semana para descansar en Ámsterdam y poder recolectar información sobre dos vástagos que respondieran a los nombres de Melisa y Renard Blanc. Madame Sofie como buena Toreadora que era fue a distintos lugares de Bohemia y logro recolectar información que si se había visto a dos personas que responderían a esos nombres en la ciudad de Delf. No logramos mucho pero ella sentía sus presencias vagas, pero las sentía.


Mientras buscábamos a los hijos de Sofie fuimos a ver a un pintor conocido mió que recién estaba empezando a brillar en las casas de la aristocracia de Flandes. Llegamos por los canales de Delf hasta una casa bonita de paredes altas y de puerta de roble Blanco, tocamos la puerta y aparece la criada, una joven blanca y pálida que si uno no tuviera buen ojo pensaría que era un vástago. Ella nos hace pasar y me encuentro con el pintor y lo saludo... como esta estimado Johannes, bien señor Piétié, acá le presento a una amiga mía; Sofie se saca el sombrero rojo con ribetes rojos emplumados que llevaba y agacha la cabeza en forma de saludo. Johannes queda fascinado con su cara y su traje y le pide que por favor la acompañe al segundo piso que necesita que le ayude, a lo que Sofie fascinada como Toreadora que es acepto encantada.

Pasaron los días y Johannes la utilizo para uno de sus cuadros más hermosos que el mismo diría que solo una vez más encontraría a una dama con tamaña hermosura. Quien diría que después ese simple pintor llamado Johannes Vermeer seria uno de los mas aclamados pintores de Holanda hasta nuestros tiempos. Después del último día de trabajo nos fuimos a la plaza de Delf y vimos el grandioso Torreón de la Catedral de Delf, que hermosura de arquitectura aunque lo hayan hecho los protestantes cien años antes.


Al entrar a la Catedral vemos dos figuras muy extrañas un hombre de tez morena pero palidecida que bestia una túnica negra y un sombrero de ala larga también del mismo negro azabache y a una dama que bestia un hermoso traje azul con un corcet del mas fino terciopelo y una capa negra de las mas brillante seda del oriente. Se nos acercan a una inmensa velocidad y nos quedan mirando y nos dicen... por que nos buscan... yo que ya había sacado mi báculo de plata por se avecinaba lo peor; cuando por las casualidades del destino un viento fuerte entra panteón central de la catedral y hace que se caigan sus sombreros y capuchas, y mi segunda impresión fue... ¡¡¡yo los conozco!!!... Madame Sofie corrió hasta ellos y con lágrimas de sangre en sus rostros y sus brazos y los apretó de tal manera a su seno que esa atmósfera densa que se habia hecho por causa de nuestra cuasi pelea se calentó de tal manera que hasta las velas del sagrario ardieron más fuertes que nunca. Melisa y Renard aun aturdidos por la escena que nunca pensaron que sucedería solo pudieron exclamar... Mamá.


Año de 1624 de nuestro Señor. Mes segundo.



En una quinta privada que me pertenecía por una apuesta que le había hecho a un amigo mió nos quedamos los cuatro: Sofie, Melisa, Renard y Yo. Que felicidad se olía en el ambiente nunca en el poco tiempo que llevaba conociendo a Madame Sofie la había visto tan radiante, saltaba, corría, y se embelesaba son las cosas mas pequeñas de la naturaleza, con ella su hija Melisa detrás de ella, por alguna razón siempre cuando andaba cerca se escuchaban unos cascabeles sonar. Mientras tanto Renard se encontraba igual de feliz pero mas sereno por alguna razón. Un día me senté con el al lado de la chimenea y nos pusimos a fumar a pipa y comenzamos a charlar. Cavelier Renard por alguna razón me parece familiar su cara pero no se porque, a lo que el responde, tal vez me vio con mi hermana en la tienda que teníamos en Milán halla por 1413 y nos duro hasta 1433 por que los Sforza llegaron y destruyeron cualquier otro lugar que pudieras afectarle el negocio... mmm no creo porque solo vi a su hermana que estaba mas pequeña en se entonces y si no recuerdo mal me dijo que ud estaba en las tierras de Juda. Si estaba halla de comprando especias pero también estuve viajando por otras tierras colindantes a ella. ¡¡¡¡ Ah ya se donde fue; fue en...!!!
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Suena la campana de alerta del Templo, voy raudamente a mirar por el caldero del salón de batalla que se encontraba tras el duodécimo salón y veo un grupo de vástagos iracundos tratar de romper los sellos del pabellón del séptimo Ka, (entrada a los complejos del Templo) para poder entrar al Templo. Llega el capitán de la guardia púrpura y me dice: maestre dénos instrucciones; no se preocupe capitán hace tiempo que quería moverme un poco yo iré personalmente a su encuentro.

Me dirijo con mi carruaje a la entrada del templo y ahí los veo era un grupo de diez vástagos, nueve eran unos neonatos y había un regente. Les pregunte: hijos de Caín de que casa son, a los que el regente respondió somos de la casa Tremeré anciano y venimos por los conocimientos de este templo. Yo me reí a carcajadas lo cual molesto mucho a los vástagos, y cuando los mire fijamente e ice tronar mis dedos con lo cual los sellos de la entrada se cancelaron, el regente dijo: has cometido un error tu ultimo error viejo oráculo, a el mis aprendices. Los mocosos me atacaron y con el regente en la retaguardia con lo cual lo único que hice fue apuntarlos con un báculo de plata que tenia en las manos y recitar una pequeña frase mágica "lux plus ultra primas noctum" y al decir eso una luz divina salio del báculo convirtiendo en cenizas a los nueve neonatos. El regente que logro salvarse del ataque por que sus aprendices le sirvieron de muros aunque se callo al piso y cuando me acerque me pido clemencia a lo que respondí: no que este seria mi ultimo error regente, creo que es hora de que conozcas la verdadera muerte ya que para ti vástago no habrá otra encarnación... y le apunte el báculo y recite "codoich adonai tetsaballot". Al regente ni cenizas le quedaron después de la luz sagrada que le llego. Después de eso, con otro chasquido se volvieron a activar los sellos de protección.

Pensé: huy no e terminado de escribir el capitulo, me apresuro a llegar a la Biblioteca del sexto salón y veo que el Grimorio aun esta en el Ara, me siento unto la pluma en la tinta y me pongo a escribir y veo que el papel no absorbe la tinta... me pongo a meditar y le digo al grimorio, creo que mejor ese relato lo dejo para otro día es mejor que mande a limpiar la entrada del templo ya que quedo mucha ceniza en el suelo.

Our Revoir
Monsieur Sans Piétié:.

PS: cavelier renard va a tener que esperar un poco mas para su relato.

martes, 15 de mayo de 2007

Una obra perpetua (primera parte)


Las cosas que vemos son las mismas cosas que llevamos nosotros. No hay más realidad que la que tenemos dentro. Por eso la mayoría de los seres humanos viven tan irrealmente; porque cree que las imágenes exteriores son la realidad y no permiten a su propio mundo interior manifestarse. Se puede ser muy feliz así, pero cuando se conoce lo otro, ya no se puede elegir el camino de la mayoría. (Hermann Hesse - Demian)




Estaba el día hoy sentado en la décimo quinta sala del templo, conversando con el pleno del consejo de los treinta y tres Oráculos, y me ponía a escuchar las charlatanerías que exponían los oráculos del Atlántico del Sur y los oráculos del norte del continente negro, ya que hace tantos siglos que ellos ya habían abandonado los viejos secretos del templo y solo se habían preocupado de las ofrendas y de la arquitectura de sus estancias.
Llego un momento que su ponzoña y sus vifidas lenguas lograron afectarme mis oídos y me levante y les dije al rostro... El templo debe ser hermoso pero sus ornamentos no deben apagar las tres velas ya que si eso sucede no valdrá de nada el esmero del artista para que esas velas puedan arder sempiternamente. Todos quedaron mirándome y me dijeron pero el templo debe ser hermoso para que pueda agradarle a los dioses que ahí se encuentran.... patrañas dije... el Templo debe ser bello no hermoso, ya que la belleza es el sentimiento sobre el objeto no es solo algo que se visible externamente como la hermosura.
Después de esa pequeña conversación en la cual termine degradando con el resto del consejo a esos dos oráculos y se dio por terminada las planchas del consejo y todos se retiraron, me fui a caminar por el templo y cual fue mi sorpresa al encontrarme al grimorio sentado sobre la silla del segundo vigilante del templo en el octavo salón del templo... lo tome y me dirigí a la biblioteca del sexto salón y mi sillón y mi ara estaban ya preparados para esta nueva incursión en mis arcanos recuerdos y cuando tome la pluma y la unte en tinte recordé.... hermosura y belleza que fielmente están unidas....


Año de 1622 de nuestro señor. Mes sexto

Me encuentro en mi querida Italia y aun mas querida ciudad de Florencia, oh como el aire estaba atiborrado de olores a oleos y la luz brillaba tenuemente con tonos rojizos sobre el Duomo de la catedral que ya tenia a su haber casi trescientos años de vida. Ahora me dirijo a la casa de una de mis conocidas mas vanguardistas de ese tiempo, Artemisa Gentileschi que era una pintora de profesión (la primera después de mas de un milenio sin registro de mujeres pintoras).
Se hacia de noche y entro a su estudio; siento un aroma extraño que me llevo a recordar mis viajes anteriores por Milán halla por 1400. Salude a mi amiga y ella me presento a su modelo que estaba haciendo a la mujer que sostenía a Esther... me saque mi sombrero de ala larga negro y ella hizo una pequeña genuflexión y me dio tres besos en la cara en forma de saludo... yo quede algo sorprendido por encontrarme una hija de los Urales en la península de Italia... le pregunte después como debo referirme a su merced, lo que ella respondió Sofie Blanc mi señor y a ud como debo referirme señor llámeme Sans Piétié.
Yo estaba seguro haber escuchado ese apellido antes pero no recordaba cuando ni donde, bueno yo le dije a Artemisa que solo pasaba a ver como se encontraba y me iba ya que tenia tramites y compras que realizar, lo cual madame Sofie me dijo seria un gusto si pudiera acompañarlo ya que debo realizarle algunas consultas; yo quede extrañado por la situación pero acepte de cualquier manera.

Iba caminando en la noche por la plaza central de Florencia y nos quedamos con madame Sofie apreciando como le colocaban unas hojas de parra hechas de bronce al David del maestro Miguel Ángel. Y ella dice que locura colocarlas después de mas de cien años de su colocación si además que traerla fue mucho esfuerzo ya que murieron tres personas en su traslado. Yo que algo meditabundo por esa tan exacta respuesta.

Le pido que me acompañe a una tienda para realizar unas compras ella acepta sin remilgo alguno, entro a un pequeño local que se encontraba en un callejón cercano a la plaza y pregunto al dependiente tendrá por casualidad los objetos que tengo en esta lista:

2 kilos de polvo de piedra caliza
1 cincel de cobre
1 martillo de madera
un puñado de azufre
y un alfiler de Oro

Ya después entregado mi paquete salimos del local ya era oscuro madame Sofie se coloca sobre sus vestidos una capa negra del mas hermoso terciopelo que e visto hasta esos tiempos y me dice vamos a ver Florencia desde el Duomo, a lo que yo le respondo como vas a pasar a la guardia civil lo que ella sonrió finamente y dijo: eso no es problema.

Después de utilizar tecincas psicoquineticas con los guardias subimos a la cima del Duomo de Florencia y logramos ver toda la inmensa ciudad que estaba ahora bajo nosotros. Ahi fue cuando le consulte: medame Sofie cuando fue que fuistes Abrazada... ella me miro con ojos peculiarmente profundos y oscuros cuales perlas de las tierras del Oriente Lejano y me dijo: yo fui abrazada en 1400 en la ciudad de Moscu y posteror a ello por razones que aun no te comentare tube que escapar de mi amada patria a Italia. Despues le consulte, cual entonces es tu nombre como mortal, a lo que ella dijo haciendo fuerzas para desentrañar esos viejos recuerdos que tan cautivos tenia en la mente,hasta que con la dulzura de un cerbatillo esboso una ligera frase: "mi antiguo nombre es: Alexandra Feodorovna".

Y de cuanto que estas en Florencia la consulte de manera vaga y casi coloquial a lo que ella con prontitus respondio, solo llevo 5 años aca y estoy en una busqueda desperada por la cual te e traido aqui.... Yo la mire a la cara y con solo mirarle su aura que soltaba olas de penas y tristeza le dije colocandome serio "buscas a tus hijos que te han sido arracandos cual fruto tierno de arbol nuevo", ella soltando una lagrima de sangre roja cual escarlata me dijo: tu que eres un oráculo de antiguas eras dime donde puedo encontrar a mis hijos. Yo pense como logro saber esa informacion con solo verme... Yo le dije, claro que te ayudare pero deveras decirme antes como llegaste a deduccion tan correcta de que yo era un oráculo y ademas que era no soy de esta era. Ella con esa voz clara como arrollo cantarino me dijo; tu ya sangre no tienes y la que tubiste ya la distes y tu doble eterico es tan profundo como nunca e visto.

Los nos quedamos mirandonos y yo solo veia a una dama de traje largo azul ultramar y con una capa negro azabache y un collar de oro con el símbolo de la casa de los Toreadores y que su pelo cual largo y fino como la seda de oriente se abatia al viento. Lo unico que pude decirle fue vallamos a realizar el conjuro.

Nos fuimos en mi carruaje que llevaba el símbolo del templo en su puerta y si cochero era un golem e barro que había hecho para ese viaje en particular. Llegamos a un paraje cerca del Rió Arno y nos bajamos del carruaje, por su puesto mi golem ayudo a madame Sofie, después descendí yo por mis propios medios. Reuní los artilugios que había comprado y otros que ya tenia a mi haber hice un exagrama con el polvo de piedra caliza(que había comprado en el local) y coloque algunas velas al rededor y me puse a recitar las arcanas palabras que mis maestro y hermanos me enseñaron en otrora épocas halla cuando el hombre aun podía pedir la ayuda de los elementales; me puse a ver donde se podían encontrar los hijos de Sofie, hasta que en un momento un tono de luz segadora me cubrió en mi mente y vi a un caballero cubierto por sombras y una dama de menuda contextura y con la tez tan blanca como su madre y vestido con un traje de campana negro como la noche y una mirada de una pequeña bajo la lluvia... proseguí viendo mas profundamente hasta que llegue a verles claramente el rostro y el lugar donde se hallaban... ¡yo la conozco!!!... Sofie se sorprendió y me dijo los has vistos ¡¡¡donde están, donde están!!! Le dije con un cansancio que hace siglos no sentía.., Holanda en la ciudad de Delft.
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La tinta se acabo y el fuego de la chimenea esta moribundo es hora de que el Ara descanse y el grimorio sea guardado en su estante, ya mañana será otro día para proseguir esta historia, ahora debo seguir en los preparativos para la llegada del solsticio de Invierno.

Atte:

Monsieur Sans Piétié:.

lunes, 7 de mayo de 2007

La Pitonisa y el Oráculo

Un Consejo es algo que pedimos cuando ya conocemos la respuesta, pero quisiéramos no conocerla.


Me encontraba a las afueras del Templo vigilando que las sombras no merodearan por los lugares, ya que pronto vendrá el solsticio de invierno y el Templo debe encontrarse impoluto para la llegada de los orfebres celestiales traídos por el mismísimo Phat. Mi cuerpo ya cansado me pide que entre y así lo hago, y me quedo anonadado por las puertas de Lapislázuli que ni el mismísimo Herodoto pudo describir en su completitud, me fijaba en los viejos dioses hechos en Oro de Ur y los ladrillos que recubrían las puertas que solo los viejos Alquimistas de Babilonia han sabido hacer (hasta nuestros tiempos). Al entrar veo a un nuevo viejo amigo, el grimorio, puesto sobre las manos tiene la escultura del hombre que le se esta puliendo a si mismo de la cantera (gran símbolo del antropocentrismo), y como era de esperarse tuve que tomarlo y dirigirme al sexto salón del Templo.

Al encontrarme ahí mi sillón se me acerca y el Ara también como si estuvieran ya previamente coludidos con el grimorio para que yo me ponga a relatar en sus añiles paginas los recuerdos mas añorados y arcanos que este viejo Oráculo le quedan.: ______________________________________________________________

Año de 457 antes de nuestro Señor, mes once

Me encuentro en Olimpia cuna de uno de los Templo mas hermosos de nuestro señor Zeus y voy a camino a saludar a mi viejo amigo Fidias, que acaba de terminar lo que posteriormente se diría una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo "El Zeus de Oro Y Marfil de doce metros de Altura", que imponente se veía ante el Templo de Olimpia(cuando callo Olimpia antes las manos Romanas me lo lleve a mi Templo yo sabia que Fidias hubiera querido eso) y como se regocijaban las Pitonisas al verlo y adorarlo pero una en especial se veía poco interesada. Fui a donde se encontraba y le pedí que viera que se deparaba en mi futuro y me dijo... tu hijo de viejos dioses por que preguntas lo que ya sabes y por que estas aquí si en realidad tu buscas otra cosa... yo quede anonadado, estupefacto por que lo que había dicho era mas que cualquier mortal había logrado ver, por lo cual me quede unos días mas para conocer mas de cerca a esta peculiar persona. Le roge hablar con ella en privado ya que las pitonisas suelen hablar solo en publico pero ella extrañamente acepto mi petición sin remilgo alguno.

Y le dije, como te llamas hija de Zeus, mi nombre en esta tierra no tiene importancia lo que dispuso mi Señor Zeus es que me llamara como en las tierras del Norte se le llama a la Luna... Selene ese es mi nombre viejo señor. Selene era una pequeña dama con cuerpo esbelto, piel clara como el mármol y pelo de color y textura como azar de trigo, con una mente sagaz la mayoría de las veces pero, soñadora en tiempos de aflicción personal, también sabia mas artes de las que aparentaba decir que sabia y con la lengua podía dar de muerte a mas de una persona a la vez, y lo que no lograba con su hablar... ganas de trifulca no le faltaban.

Posterior a dicha pregunta ella graciosamente pregunto, y a que nombre me referiré a ud, a lo que respondí... solo llámame Oráculo ya que aun mi Señor nombre no me ha puesto. Con los años nos hicimos amigos y al estar conmigo envejecía en menor grado que el humano común pero aunque el espíritu sea fuerte la carne sigue siendo débil y finalmente llego el fatídico día en que nuestros caminos por la gracia divina de Zeus se separaron por un largo tiempo...

Año 146 antes de Nuestro Señor. mes décimo.

El frió calaba los huesos, el viento era tan ponzoñoso como si de cianuro fuera la tierra. Llego finalmente a Olimpia por el paso de las Termopilas y yéndome por el río Alféo llego al Templo de Zeus y de Alejandro (que impía y finita figura que se alzaba al mismo nivel que uno de los hijos del Tiempo y del Caos). Que deplorable escena veo, ya ese ferviente templo atiborrado de ofrendas y de gente rezando a su dios Zeus a sido diezmada por las guerras hasta que solo queda de ello una hoguera ante Zeus y una desmejorada pitonisa que al mirarla mas fijamente veo que es alguien que no espere verla en tan desmejorado estado.

Veo mi vieja amiga ya casi por pasar por el portal de Kokitos a los Campos Eliseos (cielo Griego) y la tomo de la mano y le digo: que se viene para esta otrora gloriosa civilización, y ella respondió, "El Águila Dorada con sus heraldos de Rojo y Acero vendrán y todo lo bello que en algún momento hubo marchitara, la amada Grecia por la bajeza de dos manos distintas caerá y finalmente por decisión propia a un Rey alzaran pero su esplendor como el azufre encendido no durara". Mis lagrimas brotaron cual lluvia de otoño y los ojos de ella simplemente se cerraron, coloque las monedas para el caronte la llevara pero antes de ello llame a mi Señor y le pedí... reencarnadla o señor mió que tu heraldo y sicario seguiré siendo si me escucha mi pedido a lo que él con una voz serena respondió, ella ya mucho a vivido muchas encarnaciones se a saltado y sus espíritus demasiadso a debido de entregar a su alma, es hora que descanse pero, si volverá y tu solo sabrás que cuando se termine esta era de oscuridad ella germinara de vientre inmortal y por mi mano que en el libro de Oro ya se a escrito mismo nombre llevara... Así lo e decretado.

Después de esto la vele y le di responcio como pitonisa que fue, tome mishra, oro y mortajas de lino nuevas en las cuales la envolví, en su cara dibuje con polvo de mármol los viejos versos de ritos ya olvidados en estas tierras y le coloque dos monedas en los ojos para que se las diera al caronte al minuto de zarpar; la coloque en el Ara y le coloque fuego Griego (alquitrán) y resé hasta que finalmente su alma se desprendió... ahí me fui en paz. ___________________________________________________________

Y la tinta Se a acabado por el día de hoy la tinta... mi sillón y el Ara tristes se encontraban y yo les dije que era hora que descansaran, me pare y fui al noveno salón Templo donde me encontré una hermosa estatua hecha en oro y Marfil, que fue hecha a honor de un viejo Dios que solo algunos recuerdan y que otros se mofan. Me acerque a él y vi en su pedestal que aun se notaban en el mármol unas marcas de que una hoguera para un entierro que ahí se habían llevado a cabo...

Atte:

Monsieur Sans Piétié.: